Saturday, November 19, 2011

La construcción de genero en un mundo falogocéntrico

El género es un concepto que puede parecer simple pero en realidad no lo es.  Como sociedades modernas hemos llegado a aceptar solo dos opciones: ser masculino o ser femenino.  Según el artículo, The Medical Construction of Gender: Case Management of Intersexed Infants (Kessler, 1990) “in the face of apparently incontrovertible evidence – infants born with some combination of ‘female’ and ‘male’ reproductive and sexual features – physicians hold an incorrigible belief in and insistence upon female and male as the only ‘natural’ options (2).  Los niños inter-sexuados pueden sufrir psicológicamente porque no pueden ser definidos (inicialmente) y la sociedad quiere que sean masculinos o femeninos. 
            En nuestra clase leímos el libro Los cachorros de Mario Vargas Llosa (1967).  Este libro trata la identidad de género y el papel central de los genitales masculinos en definir el género de una persona.  Kessler define la identidad de género como “one’s sense of oneself as belonging to the female or male category” (4).  Esta idea da forma a la historia del libro.  En la obra el personaje central, Cuéllar, es castrado por un perro cuando está joven.  Esta castración tiene un gran impacto en su vida.  Después de la castración, Cuéllar se vuelve más distante y retirado.  Pierde su interés en los estudios y en vez de eso, dedica más tiempo a practicar al fútbol.  Cuando es un adolescente, sus amigos tratan de convencerlo de que actúa más como un “hombre” y que busca una chica.  Cuéllar no se siente tan masculino como sus amigos a causa de su castración.  Hay una cita de Kessler que resume esta situación que dice, “While it may be difficult for an adult male to have a much smaller than average penis, it is very detrimental to the morale of the young boy to have a micropenis.  In the former case the male’s manliness might be at stake, but in the latter case his essential maleness might be” (Kessler, 10).  Cuellar no sabe cómo actuar con sus amigos y ellos empiezan a creer que él es homosexual porque él no puede actuar tan varonil como ellos.  “The primary deficit [of not having a sufficient penis] – and destroyer of morale – lies in being unable to satisfy the partner” (18).  Cuellar tiene miedo de tener una relación con Teresita porque no cree que puede dar la talla.
            La sociedad ejerce mucha presión sobre la gente para ser “normal.”  Los padres de los niños inter-sexuados sienten esta presión y a su vez, ejercen presión sobre los médicos para definir un género para sus niños.  Cuando se asigna un género para un niño inter-sexuado los médicos alegan que están buscando el género verdadero según la biología pero en realidad los factores culturales prevalecen.  Ejecutan muchos exámenes para verificar las hormonas y los cromosomas del niño, sin embargo en el examen termina ser lo más importante el tamaño del falo.  “The principles underlying physicians’ decisions are cultural rather than biological, based on parental reaction and the medical team’s perception of the infant’s societal adjustment prospects given the way her/his genitals look or could be made to look” (Kessler, 11). 
Nadie quiere que su niño vaya a ser marginado a causa de sus genitales.  Este deseo obliga a los padres a tomar decisiones difíciles como era el caso en el documental “Sex Unknown” (2001) de Andrew Cohen. Este documental trata de un niño canadiense en los 1960.  Bruce y su gemelo tuvieron una cirugía de circuncisión.  Durante la cirugía, el pene de Bruce fue destruido.  En ese momento, un doctor estadounidense John Money era popular con su teoría de que se podía cambiar el sexo de un niño médicamente y criaba al niño como si fuera de este sexo y el niño se definiría a sí mismo como pertenecer a este género.  Money dijo que “Gender and children are malleable; psychology and medicine are the tools used to transform them” (Kessler, 6).  Su teoría había sido desarrollado por los niños inter-sexuados pero decidió tratarlo con Bruce.  En consecuencia, los padres lo criaron como una chica, pero Bruce nunca se sentía como una chica y finalmente quería ser un chico.  Esta situación alinea con las ideas de Milton Diamond que creía que la biología determina el sexo y no puede ser cambiado por la crianza.  Entonces, el sexo no debe ser determinado por el tamaño del pene, sino por la cantidad de testosterona en el cuerpo y los efectos que la testosterona tiene sobre el cerebro.  Los padres tienen un trabajo difícil al decidir si quieren reasignar el sexo de su recién nacido inter-sexuado y no es una decisión para tomarse a la ligera.  La presión de la sociedad es fuerte pero a la vez, la felicidad del niño se debe  considerar.  Un médico declaró que “Happiness is the biggest factor.  Anatomy is part of happiness” (Kessler, 18), pero creo que también el sentido de una persona de ser hombre o mujer, independientemente de los genitales, también forma un parte de la felicidad.


Kessler, Suzanne J. "The Medical Construction of Gender: Case Management of Intersexed Infants." Signs: Journal of Women in Culture and Society. 16.1 (1990): 1-24. Print.

7 comments:

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  2. Me fascinó mucho la relación imaginada con Teresita que desea Cuéllar, y las paredes que le prohibió pedirle salirse con él. Aunque Teresita quería que él coqueta con ella, él nunca sentía suficiente pedirle salir a causa de su castración. Llosa escribe, “Y Cuéllar, por su parte, tampoco se decidía: seguía noche y día detrás de Teresita Arrarte contemplándola, haciéndole gracias, mimos y en Miraflores los que no sabían se burlaban de él. Calentador, le decían, pura pinta, perrito faldero y las chicas le cantaban Hasta cuándo, hasta cuándo para avergonzarlo y animarlo” (103). Pienso que cuando Pichula perdió su masculinidad, también perdió su confianza relacionarse con las chicas de su edad. Mientras el resto de sus amigos empezaron hablar y salir con las chicas, Pichula pierde la esperanza cuando su amor encuentra otro hombre. Su situación le impide crecer como un chico normal. Para mí, pienso que es muy triste su desarrollo por la juventud y adolescencia depende solamente en la apariencia de sus genitales. Nadie abraza su situación, y en muchos casos, es la realidad para la gente intersexual . En el articulo de Kessler, ella nota, “Happiness is the biggest factor. Anatomy is part of happiness” (18). Eso explica perfectamente el conflicto que tiene Pichula, y lo que causa su depresión al final de la novela.

    Obras citadas:

    Kessler, Suzanne J. Medical Construction of Gender: Case Management of Intersexed Infants. Chicago: U. of Chicago Press, 1990. Print.

    Vargas, Llosa Mario, and Ariza Guadalupe. Fernández. Los Cachorros. Madrid: Cátedra, 2007. Print.

    Shannon Fee
    sfee8@mail.naz.edu

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  3. La historia de Cuéllar es muy interesante para mí porque me pregunto qué causó a él actuar y sentir como hizo. Kessler habla, como dices, sobre el “machismo” amenazado de un hombre con genitales masculinos mutilados. Es interesantísimo que es amenazado solo a causa de construcciones sociales y culturales. Me estaba preguntando si Cuéllar tenía alguna culpa por su situación triste hacia los últimos de su vida (solo, sin amigos, y con pensamiento de suicidarse), pero ahora cambio mi punto de vista después de leer a Kessler y ver el documental Sex: Unknown. Nuestra cultura dicótoma apoya algo que creen los medicos: “…physicians hold an incorrigible belief in and insistence upon female and male as the only ‘natural’ options,” (Kessler 2). En el caso de Cuéllar, creo que la sociedad le imponía sus ideas a él, cuales le causaron sentir culpable y le hicieron actuar en maneras cuestionables. Gracias a la sociedad, probablemente sentía como no tenía otra opción, y no lo puedo poner la culpa por no poder cambiar de mente entre una fuerza tan fuerte. Primariamente lo puse alguna culpa, pero ahora que entiendo mejor la situación en relación a las ideas de nuestra sociedad, pienso diferentemente. Seria buena si mucho más gente aprendiera sobre la situación no solo de las personas intersexuados, pero todos quienes son diferentes que si mismo.

    Jessica Tette
    jtette9@mail.naz.edu

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  4. Cuando dices que “nadie quiere que su niño vaya a estar marginado a causa de sus genitales” me hizo pensar en el artículo de Kessler. Ella propone que “Accepting genital ambiguity as a natural option would require that physicians also acknowledge that genital ambiguity is corrected not because it is threatening to the infant’s life but because it is threatening to the infant’s culture” (23). En otras palabras, para corregir un bebe que nace intersexuado no es algo hecho para mejorar la salud, sino asegurar que el niño sobreviva en una cultura que sólo reconoce dos géneros.

    Kessler, Suzanne J. Medical construction of gender: case management of intersexed infants. Chicago: U. of Chicago Press, 1990. Print.

    Jesse McGuire
    jmcguir5@mail.naz.edu

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  5. Me gusta que has dicho sobre la sociedad y el concepto de un pene normal. Kessler escribe sobre los decisiones y cómo los médicos deciden el sexo de un niño. Kessler escribe que, “...the principles underlying physicians’ decisions are cultural rather then biological... as long as the decision rests largely on the criterion of genital appearance, and male is defined as having a “good-sized” penis, more infants will be assigned to the female gender than to the male”(Kessler 11). Es increíble que los aspectos cultural tienen más significación que los aspectos biológico. Es más prueba que la sociedad pone demasiado presión y estrés en la gente para ser “normal”. No entiendo cómo la sociedad tiene un idea de un pene “normal”. Creo que no hay porque nadie pueden ver todos los penes y dice que es normal. Creo que es una cosa más para la sociedad pone presión en todos y ha creado más inseguridades con esto.

    Margaret Wells
    mwells8@mail.naz.edu

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  6. En nuestra sociedad, argumentamos el concepto de género porque tenemos la tendencia a clasificar la gente en grupos. A veces los grupos incluyen los hombres y las mujeres, los heterosexuales y los homosexuales, la masculinidad y la feminidad, los ricos y los pobres, etcétera. En el libro, Los cachorros de Mario Vargas Llosa, Cuéllar lucha constantemente contra su masculinidad. Él pierde su pene a causa del ataque del perro vicioso (Vargas Llosa 65). En mi opinión, Cuéllar tiene miedo que ya no se considera normal en los ojos de la sociedad. Los genitales son un símbolo del género. Cuellar no podía identificar como un hombre completo sin su pene. El artículo, The Medical Construction of Gender: Case Management of Intersexed Infants, de Suzanne J. Kessler, afirma la crisis interna de Cuellar sobre la pérdida de su masculinidad. “It may be difficult for an adult male to have a much smaller than average penis, it is very detrimental to the morale of the young boy to have a micropenis. In the former case the males’ manliness might be at stake, but in the latter case his essential maleness might be” (Kessler 12). En el caso de Cuéllar, se sintió la presión de su familia, de sus amigos, y de Teresita ser normal. Cuellar le faltaba una parte importante de su cuerpo, que él creía que podrían alterar las relaciones. En la Nueva York, hay avance de ciencias. La modernidad de hacerse cirugía ayudará a Cuellar para ganar parte de masculinidad y tener relaciones con Teresita (Vargas Llosa 97).

    Adrian Diggins
    adiggin9@mail.naz.edu



    Obras citadas:

    Kessler, Suzanne J. Medical Construction of Gender: Case Management of Intersexed Infants. Chicago: U. of Chicago Press, 1990. Print.

    Vargas, Llosa Mario, and Ariza Guadalupe. Fernández. Los Cachorros. Madrid: Cátedra, 2007. Print.

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  7. Estoy de acuerdo con lo que dices sobre “nadie quiere que su niño vaya a estar marginado a causa de sus genitales” y como dijo Jesse en el artículo de Kessler se expone de una manera con la cúal no estoy cien por ciento de acuerdo pero creo entender el porque.Is corrected not because it is threatening to the infant’s life but because it is threatening to the infant’s culture” (23). De cierta forma están pasando por encima de la salud del bebé para asegurarse que sobreviva en la sociedad y en la cultura en la que va a vivir. En otras palabras no importa lo que el bebé pueda sufrir o lo que piense o sienta acerca de su sexualidad cuando cresca lo que importa es que la sociedad lo vea con buenos ojos y diga que es "normal". No es justo que alguien tome una decisión tan importante como esta por alguién indefenzo que es el que va a sufrir las consecuencias de los actos de terceras personas que probablemente nunca más vea otra vez (médicos). Quién tiene el poder de tomar esa desición?

    Yuneydys Corria
    ycorria8@mail.naz.edu

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